Una misión con valores

La Fundación Alfarcito nació en el año 2010, tras el fallecimiento del padre Sigfrido José Moroder, más conocido como Chifri, quien dedicó su vida a trabajar por las comunidades de la Quebrada del Toro, una región andina de Salta que abarca 25 pueblos y 18 escuelas rurales. Su objetivo es continuar la obra del sacerdote, basada en tres pilares: la educación, la capacitación y el desarrollo digno de las personas. Y la misión de descubrir, valorar y desarrollar las capacidades latentes de los habitantes y comunidades de los cerros del Departamento de Rosario de Lerma, en la Provincia de Salta, propiciando la mejora de la calidad de vida.

La fundación cuenta con un equipo de profesionales y voluntarios que realizan distintos proyectos e iniciativas para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona, respetando su cultura, sus tradiciones y sus recursos naturales. Algunos de estos proyectos son: las becas Padre Chifri, que apoyan a los jóvenes que quieren seguir estudiando; el centro de artesanos, que ofrece talleres de oficios y comercializa los productos elaborados; el centro comunitario, que brinda servicios de salud, alimentación y recreación; y el centro educativo, que imparte educación secundaria técnica con orientación agropecuaria.



El compromiso con el ambiente

La fundación Alfarcito también tiene una fuerte conciencia ecológica, que se refleja en sus acciones para cuidar el medio ambiente y fomentar el uso racional de los recursos. Entre estas acciones se destacan:

• La construcción de edificios con materiales sustentables, como adobe, piedra y madera, que se adaptan al clima y al paisaje de la región.
• La instalación de paneles y calefones solares, que proveen energía renovable y reducen el consumo de combustibles fósiles.
• La implementación de sistemas de riego por goteo y cosecha de agua de lluvia, que optimizan el uso del agua y previenen la desertificación.
• La creación de huertas orgánicas y composteras, que promueven la producción agroecológica y el reciclaje de residuos orgánicos.
• La realización de campañas de concientización y educación ambiental, que sensibilizan a la población sobre la importancia de preservar la biodiversidad y combatir el cambio climático.

La Fundación Alfarcito es un ejemplo de cómo se puede trabajar por el desarrollo humano integral, sin descuidar el cuidado del planeta. Su labor es reconocida y apoyada por diversas instituciones y personas que comparten sus valores y su visión.